CON LOS HUEVOS COMO PALOMOS


A mi que me lo aclare ese “avispado” muchacho que tiene de director el programa “Primer Plano” de la TVC (la atinómica, como dice el Juenfe). Veo, y luego leo con estupor la encerrona que le prepararon al cura del barrio santacrucero de San Andrés. (pinche el lector sobre este enlace para leer el contenido del asunto).

El cura, enamorado como un perro y salido como una tacha, no hace más que molestar a una señora del barrio hasta el punto que esta, siempre versión de la denunciante, se tuvo que mudar de casa. El hombre, porque no se olvide el lector o lectora (miembro y miembra) que antes que sacerdote es hombre el que se viste con alzacuello descubre que le pone la vecina de su sacristía. Le pone tanto, supongo, que no encuentra más salvación que la terrenal. Me imagino al cura de San Andrés mirando a todos sus machos feligreses y preguntándose ¿por qué a mi señor?, yo también quiero oler, sentir; lamer, retozar y hasta comer follo con fatatas.


La historia vista de esa manera, que a mi no me cabe otra, no pasa de una infinidad de calentones de la recién descubierta junta de culata del cura. El hombre de la palabra de cristo también empalma, siempre, pensé yo: y mira por donde el de San Andrés va con el colgajo tieso a misa. A este hombre de dios le ocurrió que insistió demasiado en la misma puerta, se empeño en la misma mujer y eso, en mi pueblo, se llama: obsesión o amor.

Al cura se la jugó la mujer, que ya podía haberle grabado las insinuaciones al cura y luego hacérselas oír al obispo o, simplemente, haberle ido con el cuento a don Bernardo (nombre del famoso obispo de Tenerife) y no fastidiarle la vida al hombre prestándose al show que iba buscando y con el que sueña a diario el herreño director de "Primer Plano".


Le han jodido la vida a un pesado cura que sólo quería follar con la vecina, a costa de ser pesado, eso sí. El hombre, cegado, no calculó lo que hacía y debatiéndose entre el amor a Cristo y a la carne de la buena vecina se lanzaba cada día a la bañera de la imaginación que hace que se te empine. Él también tiene testosterona, coño.


A mí lo que ha hecho la tele pública canaria no tiene nombre. No lo tiene porque este señor no trapicheaba con drogas, ni le estaba ofreciendo sexo a un menor, y ni estaba vendiendo terrenos de Las Teresitas que no eran de él. Sólo se trataba de un cura con los huevos a punto de estallar. Se podía haber ido de putas, pero lo del sacerdote no era tan zafio: él estaba enamorado y lo ha pagado. Se la han jugado por ser cura. Seguro que si yo hago lo mismo no merezco salir por la tele.


Al Armas (director del Primer Plano) le digo que tengo un par de amigos muy salidos, es más, uno de ellos me ha confesado que va a pedirle una cabra a un conocido suyo para apagar el Vesuvio que lleva dentro, y a ese no le importa retratarse. Pero hay un problema, Armas (indecente), este no es cura.


Pienso, y es pensamiento de colega de oficio, que esas cosas hay que calcularlas, pensarlas y saber si vale la pena. Para mi no vale nada la pena hacer lo que has hecho, nada. Ni tengo mano con el obispado y mucho menos me gustan los curas , y menos aun el hipócrita negocio que se tienen montado en el vaticano, pero eso no quita para que vea en esa noticia un puro oportunismo fácil, ramplón, torticero y repugnante.


No es ilegal enamorarse, no es ilegal ser un pesado (aunque si a la señora le molestaba le bastaba con ir a la policía y contarlo), no es ilegal ser cura, no es ilegal estar todo el día empalmado, aunque habría que preguntarse si sería bueno redactar en el código penal una ley con la que se pueda meter en cintura a los que cada día insultan nuestra inteligencia por la Tele Canaria (Autonómica), la suya, la de ellos.

A mí que me da que quien tiene los huevos como palomo y la cabeza llena de flautas es quien ha jodido al cura en la tele: menudo valiente.


Y a esta encerrona la han llamado “reportaje de investigación”. Es que siguen pensando que somos tontos...

Comentarios

killbillxxl ha dicho que…
No procede ir a la policía porque lo que hizo el cura no es ilegal, está en su derecho.
Lo que se denuncia es la hipocresía y el ventajismo con los que obra la iglesia, las prebendas que obtienen por su posición presuntamente moralista, y justo a este estatus que enarbolan es al que ataca el reportaje.
Por lo demás, respeto los criterios de los que califican de opotunista el estilo del periodista, todo es discutible y nada descartable.